8.22.2011





Siempre se enoja. Él vive enojado. Enojado conmigo. Perdón por no ser lo que esperabas, perdón por no poder darte todo lo que quisiera darte debido a ese maldito factor que se interpone entre nosotros; sí exactamente ese: La Distancia. Perdón, a ti y a mi misma por no poder demostrarte lo mucho que te amo, que eres el único que me hace feliz, el único con el que sueño un futuro y lo más importante de todo (supongo): el único al que AMO. Que cuando digo que eres el amor de mi vida es lo que siento, que cuando me preguntan si tengo novio yo contesto felizmente que sí, que es el mejor novio del mundo, que es el único que logra sacarme una sonrisa, y ahí es cuando todos se quedan petrificados, con cara de estúpidos, preguntándome como podría ser así si vives tan lejos. Perdón por no tener el valor de decirte que vivo por ti, y que no es una estúpida metáfora como tu crees, es CIERTO. Que cada vez que te enojas, cada vez que algo falla ( cada vez que YO fallo en algo) siento como me presiona el pecho quitándome el aire con semejante facilidad que me coloca completamente tiesa. Entregada a una realidad que no es la mía, así estoy. Estúpidamente enamorada hace séis meses del chico más hermoso del mundo y hace veintitrés  días de novia. Vivimos peleas tan estúpidas, y lloré con cada una de ellas porque es cierto: no puedo seguir sin ti. Y te amo, con cada centímetro de mi ser te amo. Con todo lo que soy, con lo que lograste en mí, porque sin tí soy solo un trozo de hierva más a la cual logra quebrar aún la más sútil ráfaga de viento. Y sí, lo peor de haberme enamorado de ti, es no recordar como lograba respirar... antes de conocerte.